Comemos muchos huevos, ¿verdad? Pues en el jardín sus cáscaras, que tan alegremente solemos tirar a la basura, son un aliado insustituible. Añadir cáscaras de huevo a la tierra es perfecto para enriquecerla con calcio. También se piensa que son un plaguicida eficaz contra caracoles, babosas y gusanos.
Hablando de insectos, conviene tener en cuenta que la mayoría son beneficiosos y no tenemos que eliminarlos. Tal es el caso de las larvas de escarabajo, las crisopas verdes, la mantis religiosa y las arañas. Estas últimas, de hecho, pueden comerse a los bichos que sí son perjudiciales para las plantas.
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