Mientras la Casa Real valora cómo afrontar los problemas de salud del monarca sin que deba abandonar su afición por la caza, “más de 80 millones de animales mueren cada año en España asesinados por personas sin escrúpulos.”, denuncian las organizaciones animalistas.

Al mismo tiempo que la“ dudosa honorabilidad” de las cuentas de la Casa Real es portada de los periódicos, desde dentro trabajan por facilitar al rey Juan Carlos la práctica de su ‘deporte’ (?) favorito. Una actividad “completamente inmoral, que despierta un profundo rechazo social y produce un daño terrible a millones de animales que son víctimas cada año y cientos de miles que quedan heridos y desvalidos, para fallecer posteriormente de forma agónica.”

Desde el Partido Animalista han pedido la prohibición de esta práctica, “absolutamente dañina” para los animales y que provoca “plumbismo (contaminación y envenenamiento con plomo de acuíferos y animales), además de despertar el instinto violento y asesino en las personas que la practican. En todo caso, exigimos el fin de la financiación pública de estas actividades.”

Entre esto, los golpes con puertas que no tienen pinta de serlo, los negocietes financieros y las corruptelas de unos y otros, cada vez nos dan más motivos. Pero ese, amigxs, ya es otro tema.