Pese a probar y demostrar en numerosas y masivas exhibiciones públicas por todo el país que su motor funcionaba con agua, la autoridad mandó ponerlo en punto muerto y olvidar para siempre del ‘invento’ del extremeño Arturo Estévez Varela. La orden, al parecer, llegó de la más alta instancia, nada menos que del mismísimo dictador francisco franco.
Creo haber entendido que se basa en la reacción de agua con un "compuesto secreto" (boro) que al reaccionar se disocian en hidrógeno que el motor utiliza; lo demostraba haciendo funcionar una moto.
En la actualidad no queda rastro de ninguna de las máquinas que Arturo Estévez fabricó: todo apunta a que fueron olvidadas y destruidas con el paso de los años. Según fuentes de la familia, tan sólo sobrevivieron algunos planos originales y un documento notarial, ahora en manos privadas.
Su creación estrella, el ‘motor de agua’, lejos de enriquecerle, le supuso enormes gastos que, en su momento, cifró en 9 millones de pesetas. Su idea de mover un motor a base de agua corriente era considerada absurda por imposible.
+info sobre esta historia conspiratoria en Diario HOY, Revista digital, LITTERA, La página de Rafael Palacios, La ciencia de la mula Francis, El blog de Mino
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