Qué raro. Una garrafa de unos 6 litros de agua embotellada  con un cuarto de su plástico reciclado, todo ella reciclable, la cantidad de plástico se reduce en un 22% y con ello las emisiones contaminantes (en un 29%) y el precio (un 40% más barata).

 

Pues fantástico. Font Vella va por el buen camino, por el que tienen que ir todos las industrias de envasado: menos cantidad de plástico y que este sea reciclado. ¡Tres hurras por la Ecoligera! Pero le vemos tres pegas:

 

- Podría aumentarse en mucho el porcentaje de plástico reciclado con que se hace la botella.

 

- Font Vella debería extender este patrón a TODOS sus productos.

 

- Y por último, que aunque se vista de seda, esta mona sigue siendo una garrafa de agua embotellada. ¿Cuál es el problema? Que comprar agua embotellada teniendo agua potable en casa es gastar muchísimo dinero y plástico a lo tonto "para envolver el agua que traen de otra parte"; y supone la privatización de un servicio público tan vital.