150.000 perros y gatos son abandonados cada año en España.
Este dato no deja mucho espacio para convencer. Cuando un niño va por su cumpleaños a una tienda de animales y acaba por convencer a sus padres de que le compren ese precioso cachorro que hay al otro lado del vidrio de la urna en la que está encerrado, ha empezado sin duda una nueva historia, pero de todos depende que no acabe en la carretera. Y esto se da sobre todo por dos motivos: Las vacaciones y los partos.
Las vacaciones
Muchos de estos animales que son abandonados, especialmente en estas fechas cuando se acercan las vacaciones, lo son por falta de medios. Y la solución al abandono llega mucho antes. Habría que volver a esa tienda y preguntarle a los padres del chico ¿Os lo podéis permitir? Porque tener un perro o un gato no es darle de comer. Es darle de comer, vacunarle, tener tiempo para él y sobre todo saber qué hacer con él en vacaciones: Hay muchos hoteles que no aceptan animales, los vecinos no siempre están dispuestos y los hospedajes de mascotas son bastante caros. Y hay que hacerse todo un interrogatorio:
¿Porqué quieres un animal de compañia?
¿Tienes tiempo?
¿Puedes permitírtelo económicamente?
¿Puedes tener uno donde vives?
¿Es un buen momento?
¿Sabes quién le cuidará de él cuando no estés?
Si, después de pensarlo bien, responden que sí; probablemente a esos padres les guste saber que pueden ir buscar al que será el mejor amigo de la familia a un sitio diferente de esas tiendas con urnas donde entran y salen perros y gatos como una mera mercancía. Y este sitio se llama refugio.
De los refugios hablaremos en el próximo artículo.
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