El mármol es un material que no destaca precisamente por ecológico: Requiere grandes excavaciones, su corte exige un gran gasto de agua y energía, y sobre todo produce enormes cantidades de desperdicio (piedras pequeñas que no sirven al fabricante). Pero en Canarias han sabido matar dos pájaros de un tiro de una curiosa manera:

Las islas se encuentran cada año con una demanda de mobiliario del exterior, y a la vez, una fábrica de mármoles dela zona (cuyo nombre no ha trascendido ¬¬) arroja una tonelada de mármol al vertedero cada día.

Ante esto, el estudio de diseño Nutcreatives ha propuesto un prototipo de mobiliario urbano sostenible, cuya base está fabricada con estos restos de mármol envueltos en una malla metálica sin más aditivos, y el asiento procede de maderas certificadas. Se trata de un diseño modular que admite múltiples montajes según las necesidades, pero sobre todo una muestra de cómo el desarrollo sostenible puede ser la solución no sólo a la degradación de la naturaleza sino también al ahorro de fondos públicos y creación de empleo.

Vía | Treehugger