extracto de la edición 52 de "El Machadero" |
Aunque aquello de "ecologistas" tiene ya demasiadas connotaciones por culpa de la mercadotecnia, queremos agradecer sinceramente a los redactores que se hayan hecho eco de nuestro descontento con el derribo de los nidos de cigüeñas de la torre de la iglesia. Efectivamente, la vida a menudo nos sorprende abriéndose paso sobre la destrucción, y sale adelante. Veremos si se lo permitimos y podemos contar el regreso.
Sería egocéntrico pensar que con esto hemos destrozado la población de cigüeñas, pero también lo es creer que tenemos derecho a destrozar uno solo de los nidos.
Sobre la brillantez de iluminar la torre, discrepamos: Creemos que lo interesante sería, no tanto chorrear luz al cielo y con ello apagar la suya propia, sino abrir la torre y que la puedan visitar lxs vecinxs y turistas con alguna regularidad. Estuve de enano, y tengo un fantástico recuerdo de las vistas. Desde aquí creemos que esa torre, orgullo de Becedas, no merece quedarse cerrada solo para "los privilegiados" y las palomas (o ni eso).
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