El césped no es una buena idea. Ni para los parques y jardines públicos ni para los privados. Requiere muchísimo mantenimiento, agua a chorros, abonos, fertilizantes, pesticidas. Puede que nunca hayáis oído hablar alternativas al césped. ¿Es que no las hay? Claro que sí, bastantes.

Pero si a ti esto del minimalismo ni te va ni te viene y lo que quieres es alegría, lo tuyo son las plantas tapizantes, una excelente alternativa vegetal al césped en el jardín. Se trata de variedades de hierbecillas o tréboles de crecimiento lento y bajo consumo de agua. Esto nos evitará el incordio de regar y segar tanto.
¿Césped? ¡Claro! Pero el justo y necesario. Los bordes del jardín estarán genial con tréboles, violetas o matas de lavanda o tomillo, que además de ahorrarnos agua nos darán color (y olor, si te lo montas bien) a la vida.
En cualquier caso, siempre se puede ir más allá. Si eres de los afortunados que tienen un jardín grandecito, ni te lo pienses: un par de árboles de sombra serán la guinda del pastel.
Puff, pero es que con eso de haber quitado el césped te sobra mucho tiempo... Pues nada, también tenemos una idea... Puede que pronto vuelvas a revivir aquellas siestas de tu infancia…
DISFRUTA.
DISFRUTA.
Por ello afirmamos como pastores y ganaderos no representados por ASAJA ni UPA ni COAG, y tampoco por el Senado, que se abstengan de defendernos del lobo ibérico, una especie en peligro de extinción con la que no sólo podemos convivir sino que queremos hacerlo [con medidas que nos protejan], que no se amparen en nosotros para satisfacer intereses de cazadores, que no se burlen de las leyes de protección ambiental, que dejen al lobo en paz y si quieren hacer algo por la ganadería que ataquen al monopolio de comercialización que nos imponen precios cada vez más bajos de carne, leche, huevos, etc... esos depredadores sí que nos provocan estragos.